miércoles, 29 de enero de 2014

¿?



La creatividad del olvido, la magnitud del camino, la bondad del culpable, la llaga que no se cura, el eufemismo perfecto para enviarme a la mierda. Absurdo en mitad de la nada, me veo pensando en un móvil nuevo. No queda luz en tu mirada pero sigues viva a pesar de todo. Una indiscreta parada de la limousine en el prostíbulo. Trasteando en la mente, moviendo muebles, adaptación. Soy el desenlace del cuento y he venido para explicártelo. No necesito moverme de la silla para viajar más allá del acordeón de sueños en el que nos reflejamos.



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